Autora: Beatriz
Título: Lucía y su gran regalo
Lucía era una niña de 10 años, morena y alta.
Desde muy, muy pequeña quería una mascota, en concreto, un perro. En reyes se pedía un perro, al soplar la vela pedía un perro y hasta al soplar algún diente de león. Su deseo era siempre el mismo, pero nunca lo conseguía.
Un día Lucía le pidió a sus padres un perro.
Ellos le dijeron que no, porque sabían que para eso había que tener tiempo para cuidarlo y ellos no lo tenían.
Lucía hizo un calendario, ya que, en dos semanas sería su cumpleaños.
Día tras día iba tachando los días que pasaban.
El día de su cumpleaños se levantó por la mañana y vio que por fin había llegado el día. Estaba muy emocionada aunque sabía que sería parecido al de todos los años, es decir, una celebración con su familia en casa.
Aún así, ella se divertía muchísimo.
Fue a desayunar y luego, su padre Manolo le llamó diciéndole que fuera al salón.
Cuando llegó vio a su madre Sara que le dijo que se vistiera porque iban a ir a la playa.
ella se vistió y se montaron en el coche.
Iba atrás dormida y escuchó la voz de su madre diciéndole que se levantara porque ya habían llegado. Ella se levantó de un salto y bajó del coche, pero...no estaban en la playa, sino en casa de su tío Francisco.
En su casa había piscina honda y un jardín enorme.
Todas las luces estaban apagadas y no se veía nada.
Su tío le abrió la puerta y entraron, fueron al salón y...¡sorpresa!
Se quedó sorprendida al ver a su familia, sus mejores amigos, Jairo y Ana, y al resto de sus amigas.
Se bañaron en la piscina y Lucía no paraba de mirar a la zona donde estaban los regalos, en concreto a una caja rosa sin tapa.
Sus padres no le dejaban asomarse, ya que vería el regalo, así que ella jugó un montón hasta que Valeria y Valentina (sus tías) le dijeron que ya era hora de comer la tarta.
Lucía pidió el mismo deseo que todos los años y volvió a jugar .
Al rato, Verónica y Vanesa, que eran sus primas mayores, le dijeron que era hora de abrir los regalos.
Empezó a abrirlos. Había un montón de cosas: unos cascos, una bicicleta,...Pero quedaba un regalo todavía, la caja rosa.
Su madre le dio la caja, pero ella tenía los ojos vendados.
Cuando escuchó ladridos se quitó corriendo la venda de los ojos y vio a un perro labrador. Ella se puso a llorar de la emoción y abrazó muy fuerte a sus padres por regalarle el perro.
Le puso de nombre Sorpresa y ella estaba segura de que nunca olvidaría ese día.
El blog del alumnado del tercer ciclo del CEIP Al-Ándalus de Chiclana de la Fra. Un lugar para compartir, aprender y disfrutar.
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